Les traemos esta historia de éxito de uno de los más grandes jugadores de la NFL "Jerome Bettis" , esperando sirva como motivación para muchos de nosotros.
Saber que todo sacrificio viene con una recompensa, esta es una aportación de nuestro compañero y amigo Gustavo Torruco (Raider No 54)
Bettis relata sus experiencias de NFL en su autobiografía
En las semanas en que había partido, solamente practicaba los jueves y viernes, y a veces, solamente los viernes.
Los sábados no eran para nada divertidos. Aún con los horarios de práctica limitados, mi rodilla se hinchaba. Por eso, cada sábado un médico del equipo venía y me infiltraba la rodilla. La aguja era tan larga y gruesa como un lápiz número 2. Piensen en eso por un momento. Luego, el doctor extraía todo tipo de pus, sangre y pequeños pedazos de cartílago.
Si, dolía. Caramba si dolía. Pero si quería jugar, eso era lo que tenía que hacer. El dolor es parte del deporte. Es una parte tan importante del deporte como lo son el público o los comerciales de cerveza o las cámaras de televisión. Si no puedes soportar el dolor, no puedes jugar en la NFL.
Yo dejé que Jarrett Bell, del periódico USA Today y a quien he conocido durante mucho tiempo, me usara como tema central para una nota que estaba escribiendo sobre el castigo que una temporada de NFL le impone a un cuerpo humano. Él lo vió todo. Mi tobillo morado. Mi trasero golpeado. Los moretones rojos en mi espalda. Las cicatrices. Los rasguños y cortes en mis brazos y piernas. Los tendones desgarrados en mis pulgares. El dedo anular al que le falta un pedazo de carne.
Él me vio intentando salir de la cama esa mañana. Me llevó muchísimo tiempo. Le dije que a veces no podía ni bajar las escaleras de mi casa. En lugar de eso, tenía que sentarme en el escalón superior y muy, muy despacio ir deslizándome hacia abajo apoyado en mi trasero.
Ésta era la vida que yo elegí, por lo que no estaba deseando quejarme. Pero no creo que el fanático promedio de la NFL tenga la menor idea de lo que hace falta para jugar este deporte cuando uno está lesionado. Las costillas rotas son una de las peores lesiones. Yo lo sé, porque una vez me rompí tres costillas, lo cual es muy poco usual. Por lo general se puede quebrar una, pero yo hice la trifecta.
Uno se puede hacer rayos-X para detector las quebraduras. Pero los rayos-X no sirven de nada cuando llega el momento en el que el médico te inyecta los analgésicos que te permiten jugar un partido. No es que no se pueda mirar a los rayos-X y simplemente conectar los puntos. No funciona así
No, uno tiene que levantar el brazo y luego él mete una aguja ahí, toca el hueso con la punta de la aguja para encontrar el punto exacto de la fractura, inyectar el analgésico, y luego sacar la aguja. Luego pone una nueva aguja, la inserta en la carne, toca el siguiente hueso, y la saca. Y luego pone otra aguja, inserta, toca, inyecta, saca, y así.
¿Y mencioné acaso que uno no puede moverse mientras hace esto? Si te mueves y la aguja se mete muy adentro te puede pinchar el pulmón.
Esas inyecciones de analgésicos eran un mal necesario. Con las costillas rotas, la posibilidad de que se quiebren aún más y que corten algo ahí adentro era muy poca, por eso me resultaban un riesgo aceptable. La posibilidad de que yo me lesione aún más era muy poca.
Pero yo nunca me pondría analgésicos en mi rodilla o en las piernas. En esas partes del cuerpo uno necesita sentir el dolor. Si no lo haces, un ligamento golpeado se puede transformar en un ligamento roto.
Mis compañeros de equipo y mis entrenadores me presionaban para hacerme inyecciones de analgésicos. Pero existe un entendimiento tácito sobre cómo jugar con lesiones en la NFL.
Un entrenador y los otros jugadores tienen que saber que pueden contar contigo. Si un tipo no toma analgésicos, lo ven como un tipo débil. No saben si realmente pueden depender de ti.
El dolor y yo tenemos una extraordinaria relación. Siempre encontramos la manera de hacer que todo funcione. Una lesión puede doler muchísimo, pero mi umbral de dolor es muy alto.
La siguiente temporada, en un 2 de diciembre ante los Vikings de Minnesota, Bettis sufrió una severa lesión en la entrepierna. Pero esa no es la verdadera razón por la cual se perdió el partido de playoff de la división AFC de los Steelers ante los Baltimore Ravens.
Bettis siempre tuvo que soportar toda clase de lesiones
En ese momento yo no lo sabía, pero me había arrancado el 30 por ciento de mi músculo del muslo del hueso. Al principio el dolor era intenso. Pero una vez que se asentó yo pensé que podía volver al partido. Lo intenté, pero cuanto más jugaba, más me dolía. Algo andaba muy mal.
Ésta fue una lesión dura porque el tiempo y el descanso eran las únicas cosas que podían ayudar a curar ese tipo de lesión. Pero no tenía el lujo de tener tiempo. Los playoffs comenzaron en enero y yo no estaba dispuesto a perderme la postemporada por ningún motivo.
Lo que me mató es que yo estaba jugando muy bien en ese momento. Tenía acumuladas 1,072 yardas y lideraba la liga en acarreo cuando me lesioné. Faltando cinco partidos para terminar la temporada regular, si yo terminaba hubiese acumulado entre 1,400 y 1,600 yardas en la temporada completa.
En lugar de eso, me tuve que quedar afuera. No tuve opción. Cuando estaba mirando desde los lados, ganamos cuatro de esos cinco partidos y terminamos la temporada con marca de 13-3. Ray Lewis y los Ravens eran nuestros oponentes en los playoffs de la división.
Mientras yo hacía precalentamiento para el partido con los Ravens sentí un pequeño estirón. No fue terrible, pero para estar seguros fui a ver al médico del equipo, el Dr. James Bradley, y le pregunté si me podía poner una inyección para el dolor. Me puso la inyección, sin problemas.
Volví al campo de juego, y mientras caminaba, se me enredaron los tapones de los botines en el pasto y casi me caigo. "Eso es rarísimo", pensé. Luego traté de trotar un poco y me tropecé de nuevo. Y luego otra vez.
Algo no andaba bien. Entonces, decidí meterme en el vestuario y sentarme unos minutos. Me estaba sintiendo mal y no sabía lo que estaba pasando.
En el Heinz Field uno tiene que subir unos escalones para llegar a los vestuarios de los Steelers. Mientras subía esos primeros escalones, mi pierna izquierda se me durmió totalmente y me caí al piso. "¿Qué diablos pasa?", pensé.
De algún modo logré subir las escaleras, pero con cada segundo que pasaba mi pierna estaba menos y menos funcional. Cuando ví al Dr. Bradley en los vestuarios le dije que me sentía como si mi pierna entera estuviese dormida.
De repente vi como los ojos del Dr. Bradley se llenaban de pánico y comenzaban a llenarse de lágrimas.
"Doctor ¿qué pasa?" dije.
"Jerome, el medicamento debe haber llegado a tu nervio femoral. Tu pierna entera se va a dormir por completo".
Yo no lo podía creer. "¿Cuánto tiempo estará dormida?
"Ocho horas", dijo.
Ocho horas significaba que yo no podría jugar el partido. Ocho horas significaban que mi temporada se terminaba si los Ravens nos derrotaban. Fue el sentimiento más feo que tuve en mi vida.
Comencé a llorar como un niño. El Dr. Bradley comenzó a llorar como un niño. No podíamos parar. Me dijo lo apenado que estaba, y yo pensaba "es un partido de postemporada, uno de los partidos más grandes de mi vida, ¿y me pasa esto a mí?".
Fue un accidente, claro. Cuando me dio la inyección en la entrepierna, en el lugar donde le yo le dije que ponga la aguja, el medicamento se fue deslizando hacia el nervio femoral. Gravedad. Después de nuestra sesión de llanto, el Dr. Bradley tuvo que darle la noticia al entrenador Cowher.
"¿Podremos tenerlo para el comienzo de la segunda parte del partido?", preguntó el entrenador Cowher.
"Espero que podamos tenerlo de regreso esta noche", dijo el Dr. Bradley.
No tomó mucho tiempo para que las noticias corrieran por los vestuarios. Yo podía escuchar los susurros de mis compañeros cuando se contaban el uno al otro lo que había pasado. Entonces, uno por uno, mis compañeros de equipo empezaron a desfilar por los vestuarios a darme una mirada de aliento o una palmada en la espalda. Yo no podía levantarme (en ese momento mi pierna ya estaba completamente dormida), por lo cual les agradecía con la vista mientras trataba de detener las lágrimas.
El entrenador Cowher llamó a todos al medio de los vestuarios y nos dio uno de los mejores discursos que yo haya escuchado.
"Cuando un compañero de equipo está caído", dijo, "ustedes tienen que levantarlo. Jerome quiere estar ahí con ustedes, pero esta vez no podrá hacerlo. Por lo tanto tienen que salir y hacer el trabajo por él".
Yo no pude evitarlo, comencé a llorar nuevamente. De hecho, el equipo entero se unió en el llanto. Fue un momento muy emotivo, un discurso tan honesto. Uno casi podía sentir la energía en el lugar cuando el entrenador terminó de hablarle al equipo.
Y luego de eso, salimos y destrozamos a Baltimore, 27-10. Yo mire todo por TV desde los vestuarios. Estaba tan orgulloso de ellos. Estábamos en camino al Juego de Campeonato de la AFC ante los Patriots.
Saber que todo sacrificio viene con una recompensa, esta es una aportación de nuestro compañero y amigo Gustavo Torruco (Raider No 54)
Bettis relata sus experiencias de NFL en su autobiografía
En las semanas en que había partido, solamente practicaba los jueves y viernes, y a veces, solamente los viernes.
Los sábados no eran para nada divertidos. Aún con los horarios de práctica limitados, mi rodilla se hinchaba. Por eso, cada sábado un médico del equipo venía y me infiltraba la rodilla. La aguja era tan larga y gruesa como un lápiz número 2. Piensen en eso por un momento. Luego, el doctor extraía todo tipo de pus, sangre y pequeños pedazos de cartílago.
Si, dolía. Caramba si dolía. Pero si quería jugar, eso era lo que tenía que hacer. El dolor es parte del deporte. Es una parte tan importante del deporte como lo son el público o los comerciales de cerveza o las cámaras de televisión. Si no puedes soportar el dolor, no puedes jugar en la NFL.
Yo dejé que Jarrett Bell, del periódico USA Today y a quien he conocido durante mucho tiempo, me usara como tema central para una nota que estaba escribiendo sobre el castigo que una temporada de NFL le impone a un cuerpo humano. Él lo vió todo. Mi tobillo morado. Mi trasero golpeado. Los moretones rojos en mi espalda. Las cicatrices. Los rasguños y cortes en mis brazos y piernas. Los tendones desgarrados en mis pulgares. El dedo anular al que le falta un pedazo de carne.
Él me vio intentando salir de la cama esa mañana. Me llevó muchísimo tiempo. Le dije que a veces no podía ni bajar las escaleras de mi casa. En lugar de eso, tenía que sentarme en el escalón superior y muy, muy despacio ir deslizándome hacia abajo apoyado en mi trasero.
Ésta era la vida que yo elegí, por lo que no estaba deseando quejarme. Pero no creo que el fanático promedio de la NFL tenga la menor idea de lo que hace falta para jugar este deporte cuando uno está lesionado. Las costillas rotas son una de las peores lesiones. Yo lo sé, porque una vez me rompí tres costillas, lo cual es muy poco usual. Por lo general se puede quebrar una, pero yo hice la trifecta.
Uno se puede hacer rayos-X para detector las quebraduras. Pero los rayos-X no sirven de nada cuando llega el momento en el que el médico te inyecta los analgésicos que te permiten jugar un partido. No es que no se pueda mirar a los rayos-X y simplemente conectar los puntos. No funciona así
No, uno tiene que levantar el brazo y luego él mete una aguja ahí, toca el hueso con la punta de la aguja para encontrar el punto exacto de la fractura, inyectar el analgésico, y luego sacar la aguja. Luego pone una nueva aguja, la inserta en la carne, toca el siguiente hueso, y la saca. Y luego pone otra aguja, inserta, toca, inyecta, saca, y así.
¿Y mencioné acaso que uno no puede moverse mientras hace esto? Si te mueves y la aguja se mete muy adentro te puede pinchar el pulmón.
Esas inyecciones de analgésicos eran un mal necesario. Con las costillas rotas, la posibilidad de que se quiebren aún más y que corten algo ahí adentro era muy poca, por eso me resultaban un riesgo aceptable. La posibilidad de que yo me lesione aún más era muy poca.
Pero yo nunca me pondría analgésicos en mi rodilla o en las piernas. En esas partes del cuerpo uno necesita sentir el dolor. Si no lo haces, un ligamento golpeado se puede transformar en un ligamento roto.
Mis compañeros de equipo y mis entrenadores me presionaban para hacerme inyecciones de analgésicos. Pero existe un entendimiento tácito sobre cómo jugar con lesiones en la NFL.
Un entrenador y los otros jugadores tienen que saber que pueden contar contigo. Si un tipo no toma analgésicos, lo ven como un tipo débil. No saben si realmente pueden depender de ti.
El dolor y yo tenemos una extraordinaria relación. Siempre encontramos la manera de hacer que todo funcione. Una lesión puede doler muchísimo, pero mi umbral de dolor es muy alto.
La siguiente temporada, en un 2 de diciembre ante los Vikings de Minnesota, Bettis sufrió una severa lesión en la entrepierna. Pero esa no es la verdadera razón por la cual se perdió el partido de playoff de la división AFC de los Steelers ante los Baltimore Ravens.
Bettis siempre tuvo que soportar toda clase de lesiones
En ese momento yo no lo sabía, pero me había arrancado el 30 por ciento de mi músculo del muslo del hueso. Al principio el dolor era intenso. Pero una vez que se asentó yo pensé que podía volver al partido. Lo intenté, pero cuanto más jugaba, más me dolía. Algo andaba muy mal.
Ésta fue una lesión dura porque el tiempo y el descanso eran las únicas cosas que podían ayudar a curar ese tipo de lesión. Pero no tenía el lujo de tener tiempo. Los playoffs comenzaron en enero y yo no estaba dispuesto a perderme la postemporada por ningún motivo.
Lo que me mató es que yo estaba jugando muy bien en ese momento. Tenía acumuladas 1,072 yardas y lideraba la liga en acarreo cuando me lesioné. Faltando cinco partidos para terminar la temporada regular, si yo terminaba hubiese acumulado entre 1,400 y 1,600 yardas en la temporada completa.
En lugar de eso, me tuve que quedar afuera. No tuve opción. Cuando estaba mirando desde los lados, ganamos cuatro de esos cinco partidos y terminamos la temporada con marca de 13-3. Ray Lewis y los Ravens eran nuestros oponentes en los playoffs de la división.
Mientras yo hacía precalentamiento para el partido con los Ravens sentí un pequeño estirón. No fue terrible, pero para estar seguros fui a ver al médico del equipo, el Dr. James Bradley, y le pregunté si me podía poner una inyección para el dolor. Me puso la inyección, sin problemas.
Volví al campo de juego, y mientras caminaba, se me enredaron los tapones de los botines en el pasto y casi me caigo. "Eso es rarísimo", pensé. Luego traté de trotar un poco y me tropecé de nuevo. Y luego otra vez.
Algo no andaba bien. Entonces, decidí meterme en el vestuario y sentarme unos minutos. Me estaba sintiendo mal y no sabía lo que estaba pasando.
En el Heinz Field uno tiene que subir unos escalones para llegar a los vestuarios de los Steelers. Mientras subía esos primeros escalones, mi pierna izquierda se me durmió totalmente y me caí al piso. "¿Qué diablos pasa?", pensé.
De algún modo logré subir las escaleras, pero con cada segundo que pasaba mi pierna estaba menos y menos funcional. Cuando ví al Dr. Bradley en los vestuarios le dije que me sentía como si mi pierna entera estuviese dormida.
De repente vi como los ojos del Dr. Bradley se llenaban de pánico y comenzaban a llenarse de lágrimas.
"Doctor ¿qué pasa?" dije.
"Jerome, el medicamento debe haber llegado a tu nervio femoral. Tu pierna entera se va a dormir por completo".
Yo no lo podía creer. "¿Cuánto tiempo estará dormida?
"Ocho horas", dijo.
Ocho horas significaba que yo no podría jugar el partido. Ocho horas significaban que mi temporada se terminaba si los Ravens nos derrotaban. Fue el sentimiento más feo que tuve en mi vida.
Comencé a llorar como un niño. El Dr. Bradley comenzó a llorar como un niño. No podíamos parar. Me dijo lo apenado que estaba, y yo pensaba "es un partido de postemporada, uno de los partidos más grandes de mi vida, ¿y me pasa esto a mí?".
Fue un accidente, claro. Cuando me dio la inyección en la entrepierna, en el lugar donde le yo le dije que ponga la aguja, el medicamento se fue deslizando hacia el nervio femoral. Gravedad. Después de nuestra sesión de llanto, el Dr. Bradley tuvo que darle la noticia al entrenador Cowher.
"¿Podremos tenerlo para el comienzo de la segunda parte del partido?", preguntó el entrenador Cowher.
"Espero que podamos tenerlo de regreso esta noche", dijo el Dr. Bradley.
No tomó mucho tiempo para que las noticias corrieran por los vestuarios. Yo podía escuchar los susurros de mis compañeros cuando se contaban el uno al otro lo que había pasado. Entonces, uno por uno, mis compañeros de equipo empezaron a desfilar por los vestuarios a darme una mirada de aliento o una palmada en la espalda. Yo no podía levantarme (en ese momento mi pierna ya estaba completamente dormida), por lo cual les agradecía con la vista mientras trataba de detener las lágrimas.
El entrenador Cowher llamó a todos al medio de los vestuarios y nos dio uno de los mejores discursos que yo haya escuchado.
"Cuando un compañero de equipo está caído", dijo, "ustedes tienen que levantarlo. Jerome quiere estar ahí con ustedes, pero esta vez no podrá hacerlo. Por lo tanto tienen que salir y hacer el trabajo por él".
Yo no pude evitarlo, comencé a llorar nuevamente. De hecho, el equipo entero se unió en el llanto. Fue un momento muy emotivo, un discurso tan honesto. Uno casi podía sentir la energía en el lugar cuando el entrenador terminó de hablarle al equipo.
Y luego de eso, salimos y destrozamos a Baltimore, 27-10. Yo mire todo por TV desde los vestuarios. Estaba tan orgulloso de ellos. Estábamos en camino al Juego de Campeonato de la AFC ante los Patriots.
4 comentarios:
QUE ONDA RAIDERS,QUE CHIDO RELATO , GRACIAS POR COMPARTIRLO, YO QUE HE TENIDO LA EXPERIENCIA DE ESTAR EN VARIOS EQUIPOS , JUNTO A MUCHOS DE USTEDES , HE TENIDO CAMPEONATOS, TEMPORADAS BUENAS COMO MALAS Y HE TENIDO LA OPORTUNIDAD DE COMPARAR LAS MISMAS Y REALMENTE EL EXITO DE UN EQUIPO SE BASA EN LA UNION, AMISTAD Y RESPETO DEL MISMO, CLARO AUNADO A ENTRENAMIENTOS CONVIVIOS ETC, PERO BASICAMENTE LA UNION DESDE EL ENTRENE HASTA LOS JUEGOS ES LO QUE MARCA GRANDES EQUIPOS.
NOSOTROS ESTAMOS HACIENDO UNA GRAN HISTORIA ESTA TEMPORADA PERO DE NOSOTROS DEPENDE LLEVARLA COMO UN RECUERDO INCREIBLE EN NUESTRO CORAZONES Y COMO DIJO FAUSTO , PASO A PASO Y SIEMPRE DIVIRTIENDOSE QUE A FINAL DE CUENTAS SE TRATA DE ESTO, ALGUNA VEZ ESCUCHE ESTO QUE COMPARTO CON USTEDES Y ES EN RESUMIDAS CUENTAS LA PURA VERDAD EN EL FOOTBALL:
"VENCEMOS JUNTOS COMO EQUIPO O MORIMOS INDIVIDUALMENTE, ESO ES FOOTBALL"
creo que este relato mas alla de lo fisico y lo emocional nos enseña un par de cosas, la 1era y creo que desde pequeños nos inculcan en este deporte y en la vida "Querer es poder" fue un juego cerrado pero hay una cosa que es bien importante, mas alla de ser o no se buen jugador, de ser o no ser el jugador que desequilibra, si no la actitud, a cuantos de nosotros no nos ha tocado alguien que es mas grande, mas fuerte, mas rapido, mejor jugador? y cuantas veces no hemos caido? cuantas veces no nos hemos visto derrotados? pero almenos una ves, en una jugada, en un momento del partido, a ese wey mas rapido, grande y mejor jugador le hemos puesto una chinga? eso es actitud, actitud de ganar, señores este juego se gana pulgada a pulgada, yarda a yarda. Morir en la raya, de eso se trata este deporte, es lo que diferencia a un jugador de cualquier otro deporte con este, cada señal, cada jugada, cada cuarto, cada minuto y segundo jugarlo como si no hubiera otro, todos sabemos del riesgo que corremos en cada jugada o señal. Determinacion para hacer las cosas, ese espiritu que nos alienta y nos lleva mas alla y por ultimo. Pocos tenemos la dicha de decir estoy en un EQUIPO, no somos individuios, somos un grupo de personas que JUNTAS hacen algo, somos un EQUIPO. Todos tenemos nuetras diferencias y todos tenemos pensamientos diferentes, pero al final estamos en un conjunto y somos eso un EQUIPO, los partidos no los gana caleb, no los gana carlos, no los gana el chaparro, ni julio, ni nadie, los partidos los gana el equipo y eso es lo importante y como ya mencionaron "O TRIUNFAMOS COMO EQUIPO O MORIMOS INDIVIDUALMENTE" cre que es eso, y no hay nada mejor en la vida que triunfar, y es ahora, para los que tienen la intencion de hacer algo importante, para los que quieren hacer algo importante es ahora, es ahora el momento en el que lo podemos hacer.
Jugar juntos, morir como equipo. No hay dolor ni adversidad que nos impida lograr lo que todos queremos. SER CAMPEONES!!!
Torruco #54
Ovulito Bsilador:
Muchas felicidades primero que nada a todos, neta que no me sorprende, porque se de antemano del potencial qeu tienen como jugadores individuales y ahora que estan aprendiendo a hacer un real equipo, veran sorprendentemente lo que se puede llegar a hacer, pero aun veo que hay personas o seudocompañeros y lo digo con todas las letas que no firman sus cometnarios y que desgraciadamente, tiran mala vibra a las personas que no fueron al viaje, la verdad no puede pasar en esto en un equipo, y menos a un team que va invicto, no puede estar pasadno esto, veo tristemente que hay comentarios acerca del chaparro que no ha jugado bien, que la pendejita (osea Caleb) que no fue, que Carlos cherokee que no se que, ok esta bien que saquen todas sus inquietudes, pero no se vale qeu sea por este medio y menos que sea en un ANONIMO, creo qeu todos tienen huevos para decirse las cosas de frente y son personas adultas y entenderan las razones de cualquiera de los dos lados, en fin, pero tambien es parte de tener a varias generaciones juntas y varios equipos juntos, asi que no hagan mucho caso de los comentarios que firman como ANONIMOS y denle para adelante, porqeu la verdad es buen equipo, pero lo unico que no puede pasar es que entre nosotros mismos y perdon por contarme entre uno de ustedes, pero como siempre cuando vemos el baro flotar, todo el mundo nos queremos subir, y eso es una verdad muy fria, pero en fin , cuidense mucho de lesiones y cada jugada que hagan disfrutenla como si fuera la ultima de su vida y con eso, van a encontrar el balance adecuado entre jugar football y JUGAR EN UN FOOTBALL TEAM, traduccion para el mastin y toda esa flota como el pelos y los demas jajajajajaj, osease que se hagan equipo banda jajajajajaj!!!!
saludos!!! a todos--.......
y gracias por alegrarme el dia con sus comentarios
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